Liam se frotó los brazos, sintiendo el frío de la noche gótica colarse por su ropa ligera. La realidad de su situación lo golpeó: estaba solo, en una ciudad famosa por su oscuridad, con un sistema que le permitía crear "juegos" que, de alguna manera, afectarían la realidad. La presión de la primera impresión era inmensa. Si fallaba, si no lograba captar la atención de los pesos pesados de Ciudad Gótica, su ascenso podría terminar antes de empezar.
"Bien, Sistema," pensó Liam, sintiendo una conexión mental con la interfaz. "¿Qué es lo más icónico de Ciudad Gótica que pueda usar para mi primera simulación?"
La respuesta fue instantánea, una imagen mental clara de un lugar que era tanto una prisión como una declaración de la locura inherente a la ciudad: Arkham Asylum.
"¡Perfecto!" exclamó en voz baja. Arkham era el hogar de la mayoría de los villanos de Batman, un campo de pruebas constante para el Caballero Oscuro. Un simulacro de Arkham no solo sería un desafío para quien lo jugara, sino que también serviría como una forma de evaluar y quizás incluso mejorar las capacidades de los "jugadores".
Liam se centró en la opción [Crear Nueva Simulación]. La interfaz del sistema se expandió, mostrando una variedad de parámetros.
Nombre de la Simulación:
Liam tecleó: Arkham: El Brote Zero. Quería algo que sonara urgente y peligroso.
Tipo de Simulación:
Realidad Virtual (Inmersión Completa)Realidad Aumentada (Superposición)Experiencia de Observación (Pasiva)
"Definitivamente Inmersión Completa", decidió Liam. Para que el sistema funcionara, la gente tenía que sentir que estaban realmente allí.
Objetivo Principal:
Contener a los pacientes fugadosDescubrir la causa del broteSobrevivir la noche
Eligió "Contener a los pacientes fugados y descubrir la causa del brote." Una simulación con un propósito claro y un misterio añadido sería más atractiva.
Nivel de Dificultad Inicial:
FácilNormalDifícilPesadilla
"Pesadilla," dijo Liam sin dudarlo. No estaba creando un juego casual. Estaba creando una herramienta, una prueba. Quería que los jugadores se vieran forzados a sus límites. Además, si Batman lo jugara, no querría que fuera un paseo por el parque.
Personalización Adicional:
Aquí es donde las cosas se pusieron interesantes. Liam podía seleccionar villanos específicos, diseñar planos del asilo, e incluso implementar eventos aleatorios. Se tomó su tiempo, usando su vasto conocimiento de los cómics. El Joker, Harley Quinn, El Espantapájaros, Killer Croc, Bane... todos estarían presentes, con sus características y patrones de comportamiento fielmente recreados por el sistema. Diseñó el asilo para que fuera un laberinto claustrofóbico, lleno de trampas y rincones oscuros.
Una vez que estuvo satisfecho con cada detalle, el sistema le preguntó: "¿Desea activar la simulación y buscar participantes?"
"¡Sí!", afirmó Liam.
Una tenue onda de energía pareció emanar de él, invisible a simple vista. Se extendió por la callejuela, luego por las calles de Gótica, buscando mentes dispuestas, quizás inconscientemente, a ser absorbidas.
Mientras tanto, en las profundidades de la Batcueva, Bruce Wayne revisaba informes sobre un nuevo cargamento de armas ilegales. Era una noche más en su interminable guerra contra el crimen. De repente, una extraña sensación recorrió su mente. No era dolor, ni cansancio, sino una especie de... invitación. Una visión fugaz de una gárgola de piedra y un letrero familiar: Arkham Asylum.
Sus sofisticados sistemas de detección no registraron nada anómalo, ni señales de energía, ni transmisiones. Sin embargo, la sensación era innegable, demasiado vívida para ser una mera fatiga. Era como si un nuevo caso se hubiera implantado directamente en su conciencia, un desafío que resonaba con sus instintos más profundos.
"Alfred," dijo Bruce, su voz grave, aunque había una nota de curiosidad inusual en ella. "Hay algo en el aire esta noche. Algo... diferente."
Alfred, preparando un té en la esquina del laboratorio, levantó una ceja. "Esperemos que no sea otro de los elaborados juegos del Guasón, señor."
Pero Bruce ya no escuchaba. La imagen de Arkham se volvió más nítida en su mente, una llamada a la acción irresistible. Era un misterio sin resolver, una anomalía que exigía su atención. Y Batman nunca ignoraba un misterio.
La primera semilla del Sistema de Simulacro de la Realidad había sido plantada en la mente más formidable de Ciudad Gótica. El juego había comenzado.